A continuación, detalles de mi día de senderismo, cruzando el Valle del Genal. A paso rapidito, más rapidito de lo que me esperaba que fuera, pero más a gusto que un arbusto, he pasado un buen día.
Con amigos y con buena gente.
Imágenes y crónica de Rafa Flores, Presidente de Pasos Largos, asociación senderista.
"El 7 de noviembre fue el día elegido para celebrar la V Travesía Paisajística Valle del Genal, organizada por la Asociación Senderista Pasos Largos y en la que participaron un total de 121 compañeros entre ellos un pequeño grupo del club El Reventón de Las Cabezas de San Juan, asiduos a la cita otoñal del Havaral. Destacar la presencia del delegado municipal de Deportes Carlos Mirasol, que en calidad de gerente del Patronato Deportivo Municipal, abonó el gasto de los dos autobuses que nos llevaron de Igualeja a Pujerra, lugar establecido como punto de inicio.
A eso de las 10,20 de la mañana, bajo un cielo cubierto de nubes y después de realizar la tradicional foto de grupo, nos pusimos en marcha recorriendo algunas de las más recoletas calles de Pujerra, para salir definitivamente del pueblo por una carril jalonado de vetustos castaños, que por por del manifiesto retraso del otoño, aún permanecen verdes, aunque con los primeros síntomas de tonar al amarillo y posteriormente al ocre, que es el motivo de que se conozca a esta época del año en este emblemático paraje de la Serranía de Ronda, como la "Primavera de Cobre".
Al llegar junto a la alberca de la Alcaría, tomamos un bonito sendero que se inmiscuye en el encinar y desciende a media ladera hasta afluir al vado del arroyo de la Hiedra, de donde se prosigue por un sendero que nos aupa a la Cañada Real de Estepona a Ronda, justo a la altura del antiguo despoblado morisco de Cenay, fascinante paraje con vistas al Genal, custodiado por una magnífica vegetación riparia donde prepondera el amarillento chopo. Como íbamos algo adelantados al tiempo fijado en este hito, decidimos acercanos hasta el despoblado de Moclón, ubicado en un enclave de gran valor etnográfico y paisajístico. Pudimos ver algunas de las casas que permanecen en pie, construidas con adobe y vigas de madera. Pronto regresamos a los Casarones y bajamos hasta el río Genal, el cual vadeamos por un pontón de madera. Seguidamente afrontamos la dura subida a Júzcar, bajo el rumor de las frenéticas aguas del río de la Sua, que se desprende en cuatro bellas cascadas por el sitio conocido como Sima del Diablo, que ya conocen algunos de nuestros compañeros como descenso deportivo de barranco. El sendero viene a morir a las puertas de Júzcar donde hacemos una parada de reagrupamiento en el bar Torrichelli. Nos tomamos unas cervezas, pagadas por nuestro estimable compañero Paco Leal que celebra precisamente en esta jornada, su cumpleaños. La nubosidad de las primeras horas, da paso a un cielo radiamente azul y la calor, que este año se resiste a dejarnos, se hace notar, aunque una sutil brisa alivia lo suyo.
Tras superar la rampa maldita, donde nuestra compañera Reme está a punto de caer rodando, nos topamos con la carretera, aunque después de un corto trecho de pateo por la misma, la abandonamos para seguir por un estrecho carril que nos lleva al vado sobre el arroyo Blanco o Rian, el cual va seco. La posterior subida hasta Cartajima es más que frenética, quizas acuciada por ser este pueblo el lugar elegido para comer y tomar unas cervezas y refrescos ofrecidos gratis por el club. El bar la Higuera se convierte en el punto de reunión para la comida y el encuentro con nuestros hermanos de los senderos, Los Batolitos de Sevilla, que comandados por Pepe Cuenca y Manolo Rodríguez, confraternizan con los Pasos Largos.
Hay que seguir y tomamos el camino hacia el molino Real, antes nos admiramos del castaño Arena, reconocido como árbol notable de Andalucía. En el vado del río Nacimiento nos despedimos de nuestros compañeros Los Batolitos, que se dirigen directamente a Igualeja, nosotros por contra, subimos a Parauta donde se produce un nuevo reagrupamiento. En esos instantes aparece nuestro amigo Diego, que viene con un canasto lleno de yemas de huevo y Parasoles recolectados en su finca, a pesar de la acuciante sequía. El último tramo del recorrido nos conduce al arroyo de los Granados, el cual lleva agua. El siguiente tramo es de los más bellos del trayecto, pues sube por un sendero entre castaños que dejan entrever los rayos del sol incidiendo en el enves de las verde hojas de la fagacea. En la loma hacemos otro reagrupamiento para a continuación bajar por el camino de la Tetona hasta Igualeja, donde damos por finalizada esta V Travesía Paisajística del Valle del Genal, que ha discurrido a través de 21 km de senderos y caminos."
Justo antes de salir:
Bonito ejemplar de castaño:
En el despoblado de Moclón:
Valdeando el río genal:
Pujerra, desde dónde salimos:
Empezando la frenética subida a Cartajima:
Al fondo los riscos, desde el castañar:
Llegando a Cartajima:
Los castañares del cortijo La Manchón:
El grupo en el castañar de Cartajima:
Cartajima:
Pocas setas pero con buena pinta:
Subiendo a la Loma de Igualeja:
En las últimas rampas:
Al fín Igualeja:
El último camino entre luces y sombras:
No hay comentarios:
Publicar un comentario